jueves, 26 de junio de 2008

Cuento policial con "H". Escrito por dos alumnas de Escuela ORT Nro. 2 del barrio de Belgrano, Argentina.

El último que había estado en esa habitación era su primo Eduardo. Esa noche él tenía una fiesta en el hipódromo de San Antonio de la ciudad de Hamburgo. Los dos estaban invitados, estaban seguros de que irían, aunque no tenían sabiduría de lo que pasaría esa noche.

Su primo la fue a visitar dos horas antes de la fiesta para ver a qué hora la recogía. Luego, al haberse ido, la criada de la casa se marchó, al dejar todas las habitaciones limpias. Al pasarla a buscar, su primo la encontró muerta en el sillón del comedor, junto con un libro sobre animales, especializado en hipocampos e hipopótamos, con cortes en ambas tobilleras y muñecas, justamente en las venas. Esto pasó alrededor de las 18.00 hs y 22.00 hs.

Yo tenía que entregar el informe del caso a mis superiores, una semana atrás, simplemente podría haber dicho que fue un caso de suicidio, que esta, se habia cortado las venas al sufrir una depresión, o algún motivo que la desalentó, al ser ella hipersensible, pero así yo no estaria conforme con el resultado, porque aca hay algo que no cierra.

Si la víctima se cortó las venas, ¿Con qué se las cortó? No habia ninguna tijera ni ningun cuchillo alrededor de la sala, si la victima hubiera llevado un cuchillo de la cocina hacia el comedor que quedan a aproximadamente cien metros entre si, alguien tendria que haber llevado el cuchillo a la cocina y haberlo limpiado, ya que ningún cuchillo estaba manchado de sangre.

Analizemos el caso, entre las 18.00 hs y las 18.30 hs su primo fue a visitarla, hasta ese momento ella estaba viva, descartemos la posibilidad de que él fue el asesino, ya que tiempo después alrededor de las 19.00 hs la criada abandonó la casa. Tiempo más tarde, el conserje subió para entregarle el periódico de esa mañana, ya que como era domingo, el repartidor no estaba y él se había olvidado. Él estuvo ahí hasta las 19.15 hs, no había ninguna actividad sospechosa hasta ese momento.

En el edificio que ela vivía, los pisos estaban divididos por “A” y “B”, el señor de al lado, se llamaba Mauricio. Ellos anteriormente eran buenos amigos, un dia en una reunión de consorcio en el que hubo una disputa sobre construir una pileta en el edificio o no. En ese momento cortaron palabra al pelearse por distintas opiniones. Ellos no tenían rencor alguno, pero cuando sucedió esa disputa, al hacerse lo que la señora Baltimore quería, Mauricio se encerró en su departamento y no había salido desde entonces. Esta pelea sucedió hace más o menos una semana. La última vez que salió del departamento había sido al hipermercado, ese mismo día de la muerte de su vecina, a comprar unos víveres. Este era célibe, es decir no tenia hijos ni estaba casado. Era alto y tenía una nariz larga y flaca. Estaba vestido de traje y tenia una sonrisa grande, como si estuviera satisfecho de algo que hizo o que iba a hacer, cuenta una señora cercana al vecindario. Nadie supo lo que llevaba en esa bolsa. Esta acción ocurrió alrededor de las 20.00 hs y 21.00 hs.

Un tiempo más tarde, como dos semanas, llegaron las muestras de ADN, estas proporcionaban cada dato, cada huella en la persona, y cada huella en la casa. Tambien hicieron muestras de ADN de cada sospechoso, incluyendo al primo, al vecino y a la criada de la casa. Los resultados eran confusos, estaban escritos en tinta negra y en tinta azul. No se podia entender claramente, pero si se dio a conocer al asesino de la victima, era el vecino. Él ganaba que al no estar la señora Baltimore, que era la presidenta de consorcio del edificio y tambien la tesorera, el pasaba a ser el presidente y el tesorero, se quedaria con toda la plata del edificio para invertir en el “edificio”, supuestamente.

Al estar encerrado en su casa durante una semana, planeando tranquilamente y pacíficamente el plan macabro que llevaría en contra de su vecina, pudo conseguir lo necesario y distraer a los observantes. Él sabía que ella tenía una fiesta, ese día, y que no iba a haber nadie en esa casa a esa hora. Entonces, al comprar los viveres, que supuestamente fue a comprar, compró un cuchillo, que al llevar a su departamento y al conserje ser recibido por ella una hora antes, y al ella partir hacia la fiesta un tiempo después, no iba a cerrar con llave, lo unico que basto fue con abrir la puerta, mientras ella leía un libro sobre hipopótamos e hipocampos, él la acorraló, le cortó las venas, y al hacerlo ella muere al instante, sin tener posibilidades de gritar o pedir algo de ayuda. En ese momento el agarra el cuchillo todo sangriento, se lo llevó hacia su casa, lo limpió y lo tira cautelosamente. Así casi, comete un crimen perfecto, sin huella ni rastro alguna, aunque no se percató de utilizar guantes.


Por: Chloé Stein y Melanie Peker

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola, queria saber si los que escribieron este cuento son argentinos y si estan vivos. estoy buscando para un trabajo defacultad, un cuento con ciertas especificaciones... gracias- y me gusto mucho el cuento.m